Temes lo que puede traerte el mañana?

No te adhieras a nada, no interrogues a los libros ni a tu prójimo.

Ten confianza;

de otro modo, el infortunio no dejará de justificar tus aprehensiones.

No te preocupes por el ayer: ha pasado...

No te angusties por el mañana: aún no llega...

Vive, pues, sin nostalgia ni esperanza:

tu única posesión es el instante

Omar Khayyam Rubahyiat

jueves, 10 de octubre de 2013

Resulta que los locos aman con locura

Nada tiene más fuerza que un deseo decidido. Y numerosas veces añoré algún loco que hable mi idioma, utilice mis gestos, mire al mundo con mis ojos y comprenda ardorosamente aquellos que me sucede en el plano sentimental. Porque hay quienes señalan que los locos siempre dicen la verdad…
En insistida ocasiones el mundo suele expresar que fue una casualidad hallar otra gota de agua. Yo sostuve siempre que las eventualidades no preexisten. En este maravilloso sendero al que denominamos vida, todos los acontecimientos tienen un por qué, una razón, motivo o causa.  Sostengo fervientemente la bandera de la causalidad.
Y un buen día ese loco, ese loco de entre millones de otros excéntricos, logró distinguirse y pude verlo y él pudo verme y no fue casualidad. Fue así como comenzamos un capítulo de locura porque hablábamos el mismo lenguaje, porque apareció en un momento en el cual él era necesario y porque así la vida lo dispuso.
Me hablaba y se me alegraba el día, la semana, el mes, el año… la vida. Yo me deleitaba de esta realidad que me atravesaba, me sumergía en este sueño y tanto él como yo nos perdíamos en nuestra propia locura. Nos olvidábamos del mundo por un rato.
Este maníaco era insistente, acelerado, malhumorado, impulsivo, un poco mal hablado. Era algo así como perfecto. Podías sentir el furor, el amor, la felicidad, la zozobra, la incertidumbre, el aprensión y todo en sus ojos.
Menos su congoja, su congoja únicamente y sólo únicamente aparecía en su sonrisa. Una sonrisa que te hablaba y que te decía; "No me conoces y nunca lo harás”. ! Qué paradoja! Eso me alucinaba…me enloquecía….
No hay mejor combinación en este mundo que sentir locura y pasión al unísono. Ser loco y sin pasión no es locura. Tener pasión sin sentirse un poco desquiciado es no ser apasionado. Es una relación de asociación,  las dos están articuladas, entrelazadas entre sí.
Tantos locos enamorados que no están juntos y tantas personas locas juntas que no están enamoradas…

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