Nada tiene más fuerza que un
deseo decidido. Y numerosas veces añoré algún loco que hable mi idioma, utilice
mis gestos, mire al mundo con mis ojos y comprenda ardorosamente
aquellos que me sucede en el plano sentimental. Porque hay quienes señalan que
los locos siempre dicen la verdad…
En insistida ocasiones el mundo
suele expresar que fue una casualidad hallar otra gota de agua. Yo sostuve
siempre que las eventualidades no preexisten. En este maravilloso sendero al
que denominamos vida, todos los acontecimientos tienen un por qué, una razón,
motivo o causa. Sostengo fervientemente
la bandera de la causalidad.
Y un buen día ese loco, ese loco
de entre millones de otros excéntricos, logró distinguirse y pude verlo y él
pudo verme y no fue casualidad. Fue así como comenzamos un capítulo de locura
porque hablábamos el mismo lenguaje, porque apareció en un momento en el cual
él era necesario y porque así la vida lo dispuso.
Me hablaba y se me alegraba el
día, la semana, el mes, el año… la vida. Yo me deleitaba de esta realidad que
me atravesaba, me sumergía en este sueño y tanto él como yo nos perdíamos en
nuestra propia locura. Nos olvidábamos del mundo por un rato.
Este maníaco era insistente, acelerado,
malhumorado, impulsivo, un poco mal hablado. Era algo así como perfecto. Podías
sentir el furor, el amor, la felicidad, la zozobra, la incertidumbre, el aprensión
y todo en sus ojos.
Menos su congoja, su congoja
únicamente y sólo únicamente aparecía en su sonrisa. Una sonrisa que te hablaba
y que te decía; "No me conoces y nunca lo harás”. ! Qué paradoja! Eso
me alucinaba…me enloquecía….
No hay mejor combinación en
este mundo que sentir locura y pasión al unísono. Ser loco y sin pasión no es
locura. Tener pasión sin sentirse un poco desquiciado es no ser apasionado. Es
una relación de asociación, las dos
están articuladas, entrelazadas entre sí.
Tantos locos enamorados que no
están juntos y tantas personas locas juntas que no están enamoradas…
cuán iluminadora es la sinceridad para los hombres. sólo en aquella libertad hay verdadera pasión!
ResponderEliminarSaludos :)
Gracias Simón!
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